Arquitectos: Archi5 Ubicación: Belfort, Francia Área Proyecto: 5.163 m2 Fotografías: Fabien Terreaux y Amoor Maadi
Arquitectos Colaboradores : B. Huidobro Agencia Urbanismo Y Arquitectura: archi5prod Total: 6 383 176
La ciudad de Belfort se planeó para controlar el paso entre el Jura y los Vogos. Vauban diseñó el plan pentagonal en 1687 y el general Haxo lo completó y reorganizó desde 1817. El fuerte Hatry, donde hoy en día se encuentra el centro deportivo y de eventos Belfort, fue uno de los bastiones exteriores de esta ciudad de defensa. La geometría de las fortificaciones no deriva de la cuadrícula ortogonal urbana sino de direcciones múltiples diseñadas para controlar el movimiento y concebidas para proporcionar líneas de vistas claras, proyectadas para el arte de la guerra con una estética de bordes y paredes plegadas.
Desde que se lo descartó como fuerte de defensa, el fuerte Hatry se convirtió en un parque informal destinado al ocio donde se realizan actividades al aire libre y eventos, dando lugar a estructuras efímeras tales como parques de diversiones y circos. En la actualidad es un espacio de transición, un nudo infraestructural donde se cruzan rutas y vías férreas en distintos niveles y a diferentes velocidades. El nuevo edificio se concibió como un hito impactante, ya que establece un vínculo directo con el contorno majestuoso de la cercana cordillera de los Vosgos y con el castillo Belfort. El complejo asume su papel de edificio público y catalizador urbano, un lugar central para reuniones, deportes y eventos culturales. El diseño del nuevo edificio crea un contraste marcado con los muros de piedra.
La fachada realiza un movimiento flexible y generoso a lo largo del paisaje y rememora así la fluidez y el dinamismo de las actividades deportivas. Pliegues cóncavos y convexos reaccionan frente a las líneas rectas presentes. Un vidrio translúcido de calidad suave y cristalina cubre el edificio, lo cual permite el ingreso sutil del colorido de la luz natural, del cielo y del paisaje. Por la noche el edificio se convierte en un faro luminoso que refleja los eventos que tienen lugar en su interior. Se encuentra anclado con firmeza a la ladera y la piel del vidrio encaja perfectamente en la topografía artificial. A su vez, el vidrio parece separado, casi flotando sobre la fortificación preexistente.
Parece que la estructura nueva siempre ha estado allí. Responde a la lógica del emplazamiento y a la vez se muestra liviana y efímera con una carpa de circo. Mediante el contraste entre la forma ortogonal del campo de juego y las líneas libres alrededor, el edificio expresa los dos aspectos del deporte: por un lado la disciplina y el rigor, y por el otro, la sensualidad. El vidrio entrelaza las actividades programáticas y crea comprensiones y expansiones entre los salones y la piel. El recinto deportivo principal es el centro del complejo. Presenta una circulación pública que se abre de manera directa al campo del juego. Al ubicar este espacio alrededor del campo, se forma un enlace abierto; una capa intermediaria entre el estadio y la ciudad. Las gradas se disponen en los dos lados más largos del campo de juego; así ofrecen una sección más dramática y otorgan intensidad al espacio.
En este sentido, los dos lados más cortos se mantienen abiertos hacia la entrada y la circulación del público; y se asigna a los espectadores parados un lugar que permite una percepción del juego diferente, fluido e informal. La cercanía del público a los jugadores rompe las barreras tradicionales entre ambos.
